viernes, 4 de febrero de 2011

Tócala otra vez, Sam

Aunque no he hecho propósitos de año nuevo, algo que sí que me he propuesto firmemente es aprovechar al máximo todo lo que me ofrece la posibilidad de estar en Madrid, sobre todo porque no sé por cuánto tiempo se va a alargar esta situación ni en qué condiciones. Tener la oportunidad de ir a teatro es una de las ventajas de vivir en esta gran ciudad, y tenía un par de obras pedientes que no iba a dejar escapar.

Empecé el año cumpliendo este firme propósito y me asomé a las salas para ver Por el placer de volver a verla, que desde luego no defraudó. Ahora tocaba el turno de Tócala otra vez, Sam, texto firmado por Woody Allen, con su dosis correspondiente de neurosis en cada escena. La obra narra la historia de un crítico de cine que está hundido tras ser abandonado por su mujer y cómo sus mejores amigos intentan que salga del profundo bache en el que se encuentra intentando que encuentre otra chica. Este sencillo argumento permite a Allen desplegar brillantes dialógos desde los que se analiza profundamente las relaciones personales, con una fluidez de pensamiento que agota. Mucha sonrisa, risa y carcajada para hacernos reflexionar sobre nuestras formas de enfrentarnos a la realidad del día a día. Todo bajo la sombra de Humphrey Bogart en Casablanca y con As times goes by de banda sonora obligada.

Eso sí, después de esos 90 minutos son necesarios unos cuantos más para asimilar tal bombardeo de palabras e ideas, así que seguir la velada con unas cervezas y una rica cena es casi obligación. Menos mal que con mi acompañante, siempre especial, eso no es un problema, y compartimos risas, pato, comentarios y cerveza, el pack perfecto para terminar la noche :-)

y ya por último os dejo con la canción de As time goes by en una versión muy especial: cantada por Misia, voz del fado portugués de la nueva era.
Es una combinación tan melancólica... :-)

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