
Si reviso lo que otras personas se proponen me doy cuenta de que otra vez estoy fuera de la norma. No fumo, hago deporte cuando paso más de un mes seguido en un sitio (vale, eso no es muy frecuente ahora mismo pero cambiará en algún momento digo yo), ya estoy perfeccionando mi inglés (seguro que escribir proyectos científicos entra en este apartado), adelgazo sin hacer régimen (es lo que tiene el estrés que me persigue) y ahora soy puntual (esto no lo entiendo todavía, pero es algo que ha ocurrido de forma espontánea).
Así que he decidido pasar, un año más, de hacer propósitos de año nuevo. Total, los que estarían en la lista de la gente normal los cumplo sin querer. Y para qué nos vamos a engañar: parece que conforme estoy proponiéndome algo que no debo hacer ya estoy pensando en cómo saltármelo, puede que hasta con gracia y salero, así que me puedo ahorrar esos dos pasos e ir directamente a la acción.
Y con ese espítitu, qué quieres que te diga, música de colores para bailar y que se vayan los malos rollos:
Me ha encantado, me he reído a carcajadas. Yo no recordaba que hubiera que hacer propósitos de año nuevo, pero creo que no tendría tiempo ni de hacer la lista, así que, ¿para qué? Feliz año, guapa.
ResponderEliminarLista de propósitos de año nuevo para... saltárnosla! pero con gracias y salero, claro ;-)
ResponderEliminar