Hasta hace no mucho, no era lo más habitual encontrar investigadores dispuestos a realizar divulgación de su trabajo. Las razones son múltiples, pero creo que gana sobre todo el poco reconocimiento que se obtiene por parte de los colegas de profesión. Esto significa que todo el tiempo empleado en este tipo de actividades no se ve suficientemente reconocido ni económica ni curricularmente, y por tanto en muchas ocasiones pasa a ser un esfuerzo invisible que en este mundo científico no nos podemos permitir. Afortunadamente este panorama está cambiando gracias a personas con un talento e interés especial por acercar nuestro mundo científico a quienes nos rodean. Y os puedo asegurar que no es una tarea nada fácil...
Sin embargo, no puedo negar que también hay algo de circo en todo esto, como ironiza Forges:

Aunque también os puedo asegurar que las caras de niños y no tan niños cuando les cuentas lo que haces vale mucho, y nos hacen valorar desde una perspectiva diferente el trabajo que realizamos.
NOTA: Paradógicamente la Semana de la Ciencia dura dos semanas, no una... Puede que la primera lección que deberíamos aprender es que una semana son 7 días, pero después del ejemplo de El Corte Inglés y su Semana Fantástica de 21 días o los 8 días de oro que se convierten por arte de magia en 15 días dorados (¿habrán resuelto el misterio de la piedra filosofal aplicada al tiempo?) no nos deberíamos extrañar...
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